Platón relata que cuando terminó una fiesta en honor a Afrodita, a la que habían acudido todos los dioses, Penia (el espíritu de la pobreza) acudió para pedir las sobras. Poros (el espíritu de la oportunidad y el ingenio) habiendo bebido demasiado se había tumbado en el patio para descansar. Penia creyó por la pose de Poros que se hallaban en la misma situación, y creyendo haber encontrado un semejante, quiso tener un hijo con él...
De su unión nació el Amor, que si bien siempre sigue a Afrodita por haber nacido en su casa en un día a ella consagrado, en muchas ocasiones se reviste de pobreza y vaga por las calles. Como su padre, atenta contra la riqueza y el bienestar, haciendo que los hombres se peleen unos contra otros.