Un controversial caso acaparó la atención de los estadounidenses desde el verano de 2008, luego de que los medios dieran a conocer el caso de una mujer de 22 años que reportó la desaparición de su hija –de apenas 3 años- luego de cinco semanas de no saber de ella.
Sólo luego de la insistencia de su madre, Casey Anthony reveló la desaparición de su hija Caylee en una llamada al 911. Increíblemente, a pesar del tiempo que llevaba sin su hija se resistía a dar parte a las autoridades.
Extraña desaparición
Aunque Casey afirmó que la ultima vez que vio a su hija fue el 9 de junio de 2008, hay testigos que afirman haberlas visto incluso una semana después, es decir, alrededor del 15 de junio.
Casey AnthonyNo menos extraño es el hecho de que la abuela de la niña llamara al 911 para pedir el arresto de su hija porque había tomado su auto y dinero. Dias despues luego de aclarar que ya había encontrado el automóvil y que este olía como a muerto-, fue que comentó a la operadora la desaparición de su nieta, a quien no veía “hace 31 días”.
Luego de la llamada de su madre al número de emergencias, Casey no tuvo otra opción que hablar con la operadora y dar su versión de los hechos. En la grabación, ella aseguró de no haber dado aviso antes a las autoridades porque “estaba haciendo mi propia investigación por otros medios”.
Según Casey, la última vez que vio a su hija fue cuando la dejó en un departamento –que luego fue incapaz de ubicar- con una niñera, a quien señaló como Zenaida Fernández González, quien supuestamente se la había llevado.
Al día siguiente fue detenida bajo los cargos de negligencia en el cuidado de un menor.
Mentiras e inconsistencias
La policía también le hizo cargos por falso testimonio, pues Anthony mintió en cuanto a su trabajo y a detalles sobre la desaparición de su hija. La investigación reveló que la dirección que dio era un apartamento que llevaba más de seis meses desocupado.
Por otra parte, el nombre que dio, si se trataba de una niñera, pero resultó que no se conocían. Incluso Fernández González entabló una demanda contra Anthony por daño moral, por involucrarla en el caso
Esta serie de inconsistencias y contradicciones hicieron que los cargos pasaran de descuido de un menor a sospechosa de homicidio.
Madre irresponsable
Si la confianza en las declaraciones de Casey era poca, unas fotografías publicadas posteriormente sumaron descrédito.
En las fotografías, que circularon ampliamente por Internet, Se ve a Casey en diferentes fiestas que corresponden a fechas en las que Caylee estaba desaparecida.
Aunque el padre de la niña intentó justificarla diciendo que esas fotografías eran de antes de que tuvieran a su hija, algunos medios difundieron que uno de los hombres que aparece en varias de ellas era su pareja actual.
Hallan cadáver
En diciembre de 2008, seis meses después de reportada como desaparecida, la policía descubrió el cadáver de una menor en un terreno boscoso cercano a la casa de los Anthony, esto luego de una llamada al 911 por parte de unos trabajadores públicos que habían encontrado los huesos al hacer una excavaciones.
Al día siguiente se dio a conocer que los restos correspondían a la descripción de Caylee. Sólo después de realizados los exámenes de ADN se confirmó que era la niña desaparecida.
Encontrado el cadáver, las acusaciones de homicidio fueron directo contra la madre. Para colmo de males, un vecino de Casey declaró que unos días después a la posible fecha de la desaparición de la menor, ella le pidió prestada su pala.
Pena de muerte
Anthony esta acusada de homicidio en primer grado por la muerte de su hija, Caylee, y la fiscalía sostiene que buscará la pena máxima si Anthony es hallada culpable.
Aunque la opinión pública está en contra de Casey, la defensa tiene a su favor que los fiscales –dado que no se han aclarado las condiciones de la muerte- no pueden demostrar que sufrió una muerte terrible, cruel o atroz, no tienen elementos para pedir la pena de muerte.
Que haya existido crueldad en un homicidio es requisito en la Florida para la pena capital. Las últimas audiencias se llevaron a cabo en diciembre de 2009. El desenlace de este caso aún está pendiente.
